Lo que ocultan las piedras
Fotografía del grupo escultórico de la «Transfiguración», destapado ayer en la Catedral. Foto de Emilio Fraile
Lo que ocultan las piedras
Los hallazgos en el lucillo sepulcral de Don Lope en la Catedral se inscriben dentro de la mejor escultura funeraria de la región
N. S. «El hallazgo es notabilísimo en el ámbito de la escultura funeraria medieval de la región», asevera el delegado diocesano de Patrimonio, José Ángel Rivera de las Heras, sobre el descubrimiento total del relieve escultórico policromado de la «Transfiguración», la localización de cuatro pinturas en el intradós, de una figura de piedra que carece de brazos que puede ser el arcángel San Gabriel y una ménsula del siglo XIV al liberar el lucillo sepulcral tapiado de don Lope Rodríguez de Olivares, situado en el muro sur del primer tramo de la nave meridional de la Catedral.
Tras la prospección endoscópica de mayo, que permitió localizar parte de la «Transfiguración», y la pertinente autorización de Patrimonio, quitaron los sillares y eliminaron del polvo acumulado en el interior del arcosolio lo que brindó la oportunidad de contemplar en su totalidad la «Transfiguración del Señor», del siglo XIV labrado en piedra, dorado y policromado y cuya autoría «podría ser una extensión del taller de León», aventura el historiador. La escena se encuentra en una mandorla y en el centro aparece Jesús, de pie, rodeado por un haz de rayos dorados bajo la representación de Dios, la «Dextera Patrix», y vestido con túnica y manto. La imagen está bendiciendo con la mano derecha y en su izquierda tiene una filacteria, que carece la parte inferior, con la inscripción. A su izquierda, Moisés, de pie vestido con túnica y velado, con la mano izquierda alzada y portando en su derecha una filacteria. A la derecha se halla Elías, igualmente de pie, con túnica, portando en su mano izquierda una cinta con inscripción con el texto «iste virgo». «Curiosamente, el término latino "virgo" (virgen) no aparece en las narraciones bíblicas que contienen el ciclo del profeta Elías, Sí aparece, sin embargo, en un texto de Isaías», concreta De las Heras que concluye: «creemos que se trata una rareza iconográfica, pues no se conoce otro caso en que se aplique al profeta Elías en la representación de la «Transfiguración» un texto de otro profeta, concretamente de Isaías».
En el plano inferior de Cristo, Moisés y Elías aparecen a la izquierda Santiago el Mayor, reconocible por el sombrero de pico de peregrino que cae sobre sus espaldas. En el centro está San Juan Evangelista y, entre dos árboles, San Pedro.
En el intradós del arco se conservan cuatro pinturas con personajes bíblicos que van identificados por sus nombres contenidos en las filacterias que despliegan entre las manos. A la izquierda están David e Isaías, mientras que a la derecha se encuentran Salomón o Samuel y otro desconocido que no se puede identificar por el estado de la pintura.
En la intervención se descubrió en el interior del nicho, a modo de relleno, una escultura pétrea, policromada y dorada, y parcialmente mutilada, que parece representar a un ángel, que puede pertenecer a los primeros años del siglo XIV. «Presenta similitudes con la Virgen de la Majestad, pero no tiene la calidad de esa imagen», certifica De las Heras. Asimismo, se localizó lo que parece ser una ménsula pétrea, parcialmente policromada en uno de sus lados, con la representación de un rostro al que le pintaron de blanco ojos, bigote y perilla. Ambas piedras se exhiben ahora en la sala de Escultura Pétrea del Museo Catedralicio.
El Cabildo pretende realizar una restauración integral del monumento funerario y posteriormente abrirá el resto de los lucillos tapados en el siglo XVII.
FUENTE: La Opinión de Zamora.
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